10 nov 2008

Cosas que duelen.





Al llegar al museo me encuentro con una reseña del artista y de la exposicion que estoy a punto de ver: Javier Velasco. La reseña lo cataloga como un artista multidisciplinar al que lo caracteriza la ausencia de miedo: ausencia de miedo que continúa en su ideario desde siempre.






Y creo que en parte tenia razón, que sin temor pero con dolor nos conduce a un recorrido en el que la dualidad de sentimientos nos confunden. En su producción, logra a través de imágenes nos lleva a lugares donde la necesidad de identidad, la búsqueda de la felicidad o la promesa de una vida mejor nos enfrenta a realidades que en muchas ocasiones pasan desapercibidas, o que simplemente no queremos ver, porque nos desvelan aquello en lo que, como sociedad, nos estamos convirtiendo. Recapacitar en lo que somos, de donde venimos y hacia dodne vamos, como entes, como colectivo, lo que comunicamos con el solo hecho de ser y de estar, lo que decimos sin querer decir, y sin embargo, afecta al resto.


Sus temas son principalmente: la vida, las diferencias sociales, los núcleos familiares, la desesperanza, otra vez la vida, la igualdad, el individuo, lo esperanza... todos ellos, en un continuo pulso senoidal. La caricia y el ultraje, dos modalidades culturales que permiten a los cuerpos encontrarse de forma autentica, se adivinan en la obra de Velasco y nos hacen pensar sobre nosotros mismos como seres humanos y nuestras relaciones con los demas.



En esta exposición podemos ver un Velasco maduro en el concepto y en la técnica que aprovecha los recursos del video, la pintura, la fotografía y la escultura para contarnos sus experiencias y mostramos su particular visión de una insólita realidad multifractal; que es la que tenemos, aunque sólo podamos intuirla. El hecho de pensarnos aqui sabiendonos en otros lados, de decir "tal vez si hubiera" es de lo que Javier Velazco habla en sus esculturas, de las posiblidades, de las elecciones, de las desiciones.


El concepto de migración le resulta al inició como un hecho placentero que involucra nuevos y prometedores horizontes; sin embargo, esto sólo resulta un espejismo. Conocedor de primera mano del problema migratorio del norte de África y el de México, inserta en su iconografía las alambradas como simbolo de las fronteras, no solo aquellas que dividen a los países, síno a las fronteras que la ignorancia construye como una cicatriz corporal o espiritual que nunca sana del todo.


Si para contar la historía de las lágrímas comenzó a trabajar el cristal,ramificaciones de cristal negro, así como árboles de lluvía que en su vaivén destilan los recuerdos de tormentas pasadas.

La serie la instalación que sobre el tráfico de indocumentados nos confronta con el día a día de la frontera norte del país, bajo los acordes de la Ópera del Migrante Mexicano, interpretación inspirada en el documento Guía del Migrante Mexicano, editado por la Secretaria de Relaciones Exteriores en el año 2005. Pinturas de gran formato, en azul de metileno sobre papel fotográfico, pieles de látex y fotografías que retratan a los individuos y sus inquietudes, complementan esta exposición donde el azul de metileno no basta para curar las llagas sino que es el parteaguas hacia una nueva reflexion donde las cosas que duelen tienen remedio, aunque no dejen de doler.


La videoinstalacion en esta exposicion reflexiona sobre las lagrimas como el factor comun en esas cosas que duelen, como son duras y son agua al mismo tiempo, como son inevitables, como la sombra proyectada sobre el video, como, sin querer serlo, son.
"Cosas que duelen"
Javier Velazco. España.
Museo de Arte de Tlaxcala.

7 nov 2008

La NO posibilidad de la NO comunicacion.

Se tratad e comunicarnos, parte encencial y base de las relaciones entre las personas, necesitamos de alguien que reciba nuestras ideas y nos retroalimente.

NO es posible no comunicar, el mismo metalenguaje lo aclara, el simple hecho de existir hace que comuniquemos algo, el estar sentados sin la intencion de comunicar cominuca que no queremos hablar con nadie, es imposible por lo tanto; no relacionarse.

que empiece el show